La legisladora bonaerense Mónica Macha (Nuevo Encuentro – FPV) analizó la importancia de un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres. Sobre el aborto reconoció “que no es un debate saldado en el Frente para la Victoria”.
¿Puede compartir una primera reflexión sobre el 30 Encuentro Nacional de Mujeres?
Mónica Macha: En relación a nuestro espacio político, es notable cómo creció la participación de compañeras del Frente para la Victoria con el correr de los años. Estamos muy orgullosas con nuestra participación. Han sido jornadas históricas.
¿Cómo se da la convivencia con la izquierda troskista?
MM: Es una convivencia con tensión, porque hay una cosa de negación sobre lo que se ha hecho en todos estos años, con las políticas que permitieron avanzar en la emancipación de las compañeras. Hay espacios que niegan todo eso. Se da mucho en los debates en las comisiones. No hay que generalizar, hay organizaciones feministas, que no tienen vinculación partidaria, que tienen otra mirada, con las que podemos establecer otro diálogo.
¿Con esas organizaciones feministas sí se puede debatir?
MM: Con esos espacios se puede discutir desde otro lugar. Se han desarrollado políticas muy importantes, incluso políticas que en primer lugar no tuvieron una perspectiva de género, como puede ser la Asignación Universal, la regularización del personal doméstico o el Fines (para terminar los estudios), por citar tres políticas. Pero está claro que el impacto más fuerte se da entre las mujeres. Hay organizaciones que entienden esa realidad.
¿Cuáles son los desafíos en materia de género?
MM: Un primer desafío pasa por lograr que las políticas públicas que se consolidaron estos años tengan continuidad. Con respecto a lo que falta, está la discusión en torno al aborto, que es un debate que no tenemos resuelto dentro del Frente para la Victoria. Es un debate que cruza a todos los partidos políticos. Sin embargo, en el último tiempo se fueron ampliando los consensos en torno a la posibilidad de legalizar el aborto. Por un tema de salud pública y de justicia social. Que todas las mujeres tengan las mismas posibilidades frente a las decisiones que toman. Que no haya compañeras que pueden tomar esa decisión mientras otras tienen que poner en riesgo su salud porque no pueden pagar esa práctica. Las cuestiones morales, filosóficas o religiosas, deberían quedar afuera de esta discusión.
Fuente: APU| Por José Cornejo y Boris Katunaric